En medio de la amenaza que representa el poderoso huracán Melissa, la comunidad internacional ha comenzado a movilizar recursos y apoyo para el pueblo cubano. Diversas agencias del sistema de Naciones Unidas, junto a gobiernos y organizaciones humanitarias, han activado fondos y programas de emergencia destinados a reforzar la respuesta ante este fenómeno sin precedentes en el Caribe.

El Programa Mundial de Alimentos (WFP) informó que, en coordinación con las autoridades cubanas, ha preposicionado alimentos y suministros esenciales para más de 275 000 personas en las provincias orientales de la isla, con capacidad para sostenerlas por hasta 60 días en caso de interrupciones logísticas.

De igual manera, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) confirmó que el Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) de la ONU aprobó una asignación de 4 millones de dólares para acciones anticipadas en Cuba y Haití, con el objetivo de garantizar agua potable, kits de higiene, alimentos y materiales médicos en las zonas más vulnerables.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) también anunció el envío de materiales esenciales —entre ellos lonas para techos, generadores eléctricos, colchones y motosierras— destinados a apoyar los centros de evacuación y la recuperación inmediata de viviendas afectadas. Por su parte, UNICEF informó que mantiene reservas de emergencia listas para la atención de familias con niños pequeños en áreas de alto riesgo.

Fuentes diplomáticas confirmaron además que varios gobiernos de América Latina y Europa han expresado su disposición a colaborar con suministros médicos y apoyo logístico en coordinación con las agencias humanitarias.

Estas acciones representan un ejemplo de cooperación y solidaridad internacional, en un momento en que la región oriental de Cuba enfrenta una situación de extrema vulnerabilidad ante los vientos y lluvias de Melissa, que ha alcanzado categoría 5 en la escala Saffir-Simpson.

“En tiempos de crisis, la solidaridad no tiene fronteras. La coordinación entre Naciones Unidas, los gobiernos y la sociedad civil será clave para proteger vidas y acelerar la recuperación”, señaló un portavoz del Sistema de Naciones Unidas en Cuba.

Mientras tanto, las autoridades locales continúan reforzando los centros de evacuación y llaman a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales, confiando en que la unidad y el apoyo mutuo serán la mayor fortaleza del país frente al paso de este devastador huracán.